POR QUÉ ACUMULAMOS COSAS, Y CÓMO REMEDIARLO
Deshacerse de cosas implica cierto nivel de desapego, todas esas “cosas” en nuestros cajones, armarios y rincones son un peligro tanto física como mentalmente, pero hay formas de mantenerlas a raya.
El desorden es un peligro
tener muchas cosas conlleva sus propios riesgos, como el estrés crónico y repetido que puede provocar; por ejemplo, cuando se busca un documento importante entre montones de papeles o se corre a toda velocidad para arreglar pilas de basura antes de que lleguen visitantes. Eso sin mencionar el riesgo de tropezarse con objetos que no están en el lugar que les corresponde.
Además, el desorden distrae, roba tu atención de pensamientos y tareas que valen la pena. Consume tiempo y energía y disminuye la productividad. Aunado a eso, un estudio de 2015 de la Universidad Saint Lawrence descubrió que una habitación en desorden está ligada con el mal dormir.
Razones por las que acumulamos
El temor de quedarnos sin ese artículo en la casa es una razón.
Comprar al mayoreo porque los productos deseados están en oferta.
Utilizar la “Terapia de las Compras” cuando nos sentimos tristes.
Algunas personas también se sienten obligadas a aferrarse al pasado pensando que si se deshacen de ese tiket de cine o el folleto del museo al que acudieron, se estarán deshaciendo también de la experiencia.
Para algunos otros es complicado dejar ir los regalos de personas que aman o admiran. Aunque ya no sean de utilidad, “¿Qué pasa si un día vienen y descubren que ya no lo tengo?” es un razonamiento común.
La incertidumbre de que tan pronto como se deshagan de algo, descubrirán que lo necesitan. Pero siendo relistas, en ocasiones guardamos las cosas pensando que mas adelante las podremos ocupar y cuando la oportunidad se presenta no encontramos eso que dijimos “me va a servir”…
Consejos para limpiar el desorden
- Organízate, puedes establecer limpiar a profundidad una habitación por semana para que no se te haga
pesado. No es necesario que termines en un día, revisa de cuanto tiempo dispones a la semana y organízalo para ir revisando por secciones y asid era mas sencillo, cuando menos te des cuenta, la habitación estará limpia. - Debes ser objetivo al momento de revisar tus pertenencias y definir cuales aun tienen valor para conservarse, cuales están en buen estado, pero ya no usas, puedes venderlas o donarlas y por supuesto las que ya no tienen de ningún modo manera de usarse y que directamente deben ir a la bolsa de basura, recuerda que se trata de que por ningún motivo vuelvan al lugar en donde estaban si no es para darles un uso. Incluso en este punto puedes basarte en las siguientes categorías:
- Cosas que no inspiran.
- Cosas que no ajustan.
- Cosas que nos dañan.
- Cosas que no amamos.
- Cosas que estorban.
- Cosas que no sirven.
- En ocasiones pensamos que solos no podremos hacerlo, en ese caso, pide ayuda a un amigo, a un familiar o a un asesor pagado que no tenga el mismo apego a tus cosas.
- Si el desorden incluye objetos que guardas para otras personas, considera la posibilidad de darles un plazo para que los recojan, o sugiéreles que alquilen un almacén.
- Por último, evita la reincidencia. Resístete a rellenar los espacios que has despejado con más cosas.
Disfruta de tu hogar recién ordenado, veras que la energía fluye de inmediato y tu y quienes viven contigo se sentirán mejor incluso más libres y renovados al no estar abrumados por el exceso de cosas acumuladas.
