Este pan, con su forma ovalada y decoraciones, nos conecta con raíces que se extienden desde las Saturnales romanas hasta las adaptaciones cristianas en Europa y su llegada a México. Además de ser un postre delicioso, su preparación es una experiencia que puedes disfrutar en familia. Aquí te contamos su historia y cómo prepararla en casa.
El festejo del 6 de enero ha existido desde tiempos muy lejanos, sin embargo, no era como lo conocemos ahora pues se trataba de una fiesta pagana. En esta no se celebraba al niño Dios sino al dios Aion tanto en Egipto como en Arabia. Fue hasta que los cristianos utilizaron ese mismo día para festejar la adoración del niño Dios que se sustituyeron las tradiciones paganas por el culto católico. Fue así como con el paso del tiempo la tradición del día de Reyes se extendió por prácticamente todo el mundo.
La historia detrás de la tradición
El origen de la Rosca de Reyes se encuentra en las Saturnales de la antigua Roma, donde panes dulces decorados celebraban la fertilidad y la abundancia. Con el tiempo, esta costumbre fue adoptada por el cristianismo, adaptándola a la festividad de la Epifanía, cuando los Reyes Magos visitaron al niño Jesús.
En México, la rosca se popularizó en el siglo XVI, trayendo consigo el simbolismo del pequeño muñeco escondido, que representa al niño Jesús oculto de Herodes. Hoy en día, este pan no solo simboliza fe y protección, sino la unión familiar y la promesa de nuevas celebraciones.
Cuenta la historia que tres Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltazar, viajaron desde el Oriente hasta Jerusalén guiados por una estrella, para adorar al Rey de los Judíos recién nacido.
Ellos le llevaron tres ofrendas: oro, incienso y mirra. Los tres “Reyes del Oriente” encontraron al niño Dios y se postraron ante él.
En Francia se cocinaba una gran torta y se le escondía un haba y quien la encontrase era condecorado con el título de “Rey del haba”. Tiempo después esta tradición llegó a España y de España se pasó a México en tiempos del Virreinato.
En México se tiene la tradición que a quien le sale el niño Dios, automáticamente se convierten en madrina o padrino del niño y deben llevarlo a bendecir a la iglesia y festejar el acontecimiento con tamales y atole el 2 de febrero, Día de la Candelaria.
